Tras los siete incrementos aplicados por la petrolera estatal en lo que va de 2023, la disparidad entre los valores locales y los ofrecidos en Capital Federal permanecen entre el 17% y 23%. En la Premium y en el Diésel 500 se notan las mayores diferencias.
Las estaciones de servicio correntinas aplicaron, en lo que va del año, siete subas en sus pizarras conforme a lo prefijado por Nación y las petroleras en el marco del acuerdo denominado «sendero de precios».
Bajo esa premisa, los surtidores de las expendedoras de YPF de la ciudad quedaron (desde la última actualización efectivizada el 9 de julio) con estos importes: Súper 248,8 pesos; Premium 314 pesos; Diésel 500 271,2 pesos y Diésel Premium 351,1 pesos.
Si se comparan esos precios con los establecidos por la petrolera estatal para sus puntos de suministro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Súper 204,6 pesos; Infinia 262,6 pesos; Diésel 500 219,8 pesos e Infinia Diésel 300 pesos, se puede afirmar que aquí esos productos mantienen su brecha entre 17% y 23% más caros.
En detalle, el cotejo de importes da cuenta que en esta capital la Súper está a 44,2 pesos por encima del valor con el que es ofrecida en CABA= +21,6%; Infinia +51,4, pesos= 19,5%; Diésel 500 +51,4 pesos= 23% e Infinia Diésel 51,1 pesos= 17%.
¿Cuánto de lo que pagamos se va en impuestos?
Un informe del Instituto Argentino de Análisis fiscal (IARAF) detalla que el 38% de precio de las naftas está constituido por impuestos, entre ellos, el IVA nacional e Ingresos Brutos provincial.
Del trabajo se desprende que sobre $204 del valor de la nafta súper de las estaciones de servicio YPF, el verdadero precio es de unos $126,5.
El informe destaca que en el valor final del combustible actúan el IVA, el Impuesto al Cheque, el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), todos de origen nacional, a los que se agregan Ingresos Brutos (IIBB) de las provincias y la Tasa de Inspección de Seguridad e Higiene (TISH) que perciben los municipios. El IVA agrega al precio el 21%; ICL, 12,7%; IDC, 8%; IIBB, 3% y el tributo a los débitos y créditos bancarios 1%.
«La Ciudad de Buenos Aires, por más que tenga un nivel de gobierno menos que las jurisdicciones del interior, tiene una mayor carga tributaria dado que tanto el ICL como el IDC se calculan dividiendo un monto fijo (determinado por una ley nacional) sobre el valor neto de la factura», indica el informe.
Nación financiará producción de biodiésel
El Ministerio de Economía de la Nación destinará casi $1.000 millones para financiar la adquisición de los insumos necesarios para la elaboración de biodiésel destinado a la mezcla obligatoria con gasoil.
Con ese fin, creó el Programa de Financiamiento para Capital de Trabajo en la Industria del Biodiésel con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2023, que tendrá como objetivo «ofrecer mejores condiciones de financiación para la adquisición de los insumos necesarios para la elaboración del biodiésel destinado a la mezcla obligatoria con gasoil en el marco de la Ley N°27.640». Así quedó establecido en la Resolución 947/2023 publicada el lunes en el Boletín Oficial.
Ese programa será implementado a través del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP), al cual la Secretaría de Energía deberá poner a disposición $988 millones que será atendida con cargo a partidas presupuestarias específicas, de acuerdo con lo dispuesto.
Economía explicó que la iniciativa comprenderá el otorgamiento de una bonificación de 14,5% de la tasa de interés badlar+7%, que se instrumentará a través del otorgamiento de una línea de crédito por parte de entidades financieras de carácter público como privado, que tengan alto grado de despliegue territorial y que se adhieran al programa.
Según lo informado oficialmente, el Palacio de Hacienda justificó esta medida al señalar que la incidencia del valor de los principales insumos para la elaboración del biodiésel sobre el precio final de este último, en el contexto macroeconómico actual, «ha permitido observar que bajo el actual mecanismo de compra de insumos y cobro del producto terminado, se produce un descalce financiero».