En el inicio del año comenzó a reflejarse el impacto de la recesión que anticiparon el Gobierno, las consultoras y las empresas, sobre todo en las pymes. En los próximos meses se espera un aumento del desempleo.
Las empresas, sobre todo las pymes, advierten que ya comenzaron con los despidos y las suspensiones de personal ante lo que esperan será una fuerte recesión que se extenderá, al menos, durante el primer semestre del año. La peor cara de la crisis se espera para abril. Este proceso se profundizó en los últimos meses a partir de las consecuencias del plan económico de Javier Milei, la caída del poder adquisitivo y del consumo, pero había comenzado a notarse en la última parte del Gobierno anterior.
El combo de pérdida de empleo y de desplome en la actividad va más allá de la dinámica estacional que suele observarse en el verano, según las consultas que realizó Infobae en distintos sectores de la economía local. El mayor impacto se nota en la construcción que ya desafectó a casi 70.000 trabajadores por el parate de la obra pública, pero también se siente en la industria manufacturera y el sector comercial.
Un miembro del Comité Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), en diálogo con Infobae, resumió el cuadro de situación actual que observan los industriales. «Analizamos pedir al Gobierno medidas paliativas para las pymes que tienen 10 o 15 empleados porque sabemos que por lo menos hasta abril va a estar complicado. Registramos despidos, suspensiones y vacaciones anticipadas en una gran cuantía. Hay que tener en cuenta que en muchos casos son proveedoras de grandes empresas que saben que van a producir bastante menos y no les van a comprar», explicó la fuente.
La central fabril prepara un informe en el que se va a reflejar la fortísima caída de la producción en enero, que puede estar en la zona del 20% interanual, algo que puede inferirse a partir de los primeros informes sectoriales y los datos de recaudación. Desde la entidad enumeraron que el rubro de minerales no metálicos se desplomó 25%, los textiles 30%, alimentos y bebidas otro 15% en la comparación contra el mismo mes del año pasado. Los sectores más vinculados al mercado internacional, como hidrocarburos o automotriz, pueden tener algo más de aire.
En ese marco, comenzó a notarse la sangría de puestos de trabajo. El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, estimó que desde noviembre a esta parte se perdieron entre 60.000 y 70.000 empleos en su sector producto, principalmente, por el freno de la obra pública y una merma en la actividad de las compañías más vinculadas al sector privado. Es cierto que la construcción tiene un régimen de fondo de cese laboral y las desvinculaciones suelen darse de manera más habitual que en otros sectores.
Otro caso es el que comentó el presidente de la Fundación Protejer, Luciano Galfione, y dueño de la productora de la hilandería Unifibers en un rubro que ya venía golpeado en los últimos años. «Se planchó completamente la actividad, en mi caso al 20% de la capacidad. Tenemos 200 empleados y así me sobra la mitad de la gente, o más. Por ahora no los voy a echar, pero es insostenible», afirmó.
Este viernes se conoció que Australtex, una tejeduría con operaciones en el municipio bonaerense de San Martín, Tierra del Fuego y La Rioja, anunció suspensiones de personal en cada una de sus unidades productivas. «Como ustedes saben hace más de un año y medio un escenario cambiante, de mucha incertidumbre económica, pero la constante en el período señalado fue una drástica retracción en las ventas, que obligó a adecuar las planificaciones productivas mes a mes, generando una producción reducida exclusivamente para el stock», comienza el comunicado de la firma.
«Durante el mes de enero esas condiciones llegaron a un límite histórico, donde las ventas están prácticamente en cero y no existe espacio en los depósitos para seguir produciendo para el stock», justificaron.
En ese sentido, Lautrio Cristia, dueño de Industrias Sol de Rosario, que produce rejillas para ventiladores que comercializa a empresas fabricantes de pequeños electrodomésticos, precisó: «Lo que vemos es una caída infernal de la actividad, de un 40% solo en enero y eso es lo que esperan que les caiga la producción a mis clientes. El año pasado tuvimos un promedio anual de 80 personas trabajando con nosotros, a finales de enero reducimos unos 15 puestos, y nos preparamos para funcionar con unos 40 empleados».
El gerente general de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), Juan Cantarella, comentó: «Hay dos grandes negocios en autopartes, mercado original que depende de producción (no ventas) de vehículos, y todo lo que es mercado de reposición. En lo que es mercado original ya se muestran signos de caída con respecto a comienzos de 2023, debido en parte a la necesidad de ir normalizando la cadena global de abastecimiento (proveedores externos) y cierto enfriamiento del componente interno de la demanda. El mercado de reposición suele ser menos volátil, pero obviamente también afectado.