A pocos kilómetros del acceso al paraje Paso Tala, la ruta provincial 24 presentó un socavamiento que obligó a reforzar la cinta asfáltica y a limitar la circulación a sólo vehículos livianos.
El nivel de las aguas continúan en descenso en Perugorría, pero aún así socavan y pueden provocar daños en las estructuras viales. Así ocurrió ayer en la Ruta provincial 24, entre el acceso al paraje Paso Tala y dos kilómetros antes de llegar al puente Paso López.
Por las crecidas de arroyos y el río Corriente, un sector de banquina de la ruta registró un socavamiento pero sin corte de la cinta asfáltica. Sin embargo, la situación derivó en la suspensión por el momento el tránsito pesado (camiones, colectivos, maquinarias) y solo permanezca habilitada la circulación para transporte liviano y mediano, decisión tomada junto a los encargados de Vialidad Provincial y el municipio de Perugorría.
En el lugar se colocó un refuerzo en la cinta asfáltica a fin de permitir el tránsito mediano y liviano hacia la ciudad de Goya o Corrientes y viceversa. Según informaron, se dispusieron controles policiales advirtiendo del cierre de la circulación al tránsito pesado en el empalme de las rutas nacional 119 y la provincial 24 en Mariano I. Loza; en el empalme de las rutas nacional 12 y la provincial 24. En el Priar de Perugorría y en el acceso al paraje Paso Tala.
El intendente de Perugorría, Juan Ramón Castellanos, dispuso la ejecución e instalación de una protección aliviadora de peso en la ruta, y tapar el socavamiento para que no continúe ingresando más agua y así frenar el avance del mismo que podría terminar por cortar el camino.
Según informaron desde el municipio, estuvo en el lugar el ingeniero Pedro López en representación de Vialidad Provincial, y en las próximas horas un equipo del organismo provincial estará en lugar para evaluar los trabajos inmediatos a realizar para solucionar el inconveniente