Organizaciones globales buscan que el acceso a las dosis esté disponible también en países vulnerables.
Es un hecho obvio que, cuando la vacuna para el coronavirus esté finalmente lista, no habrá suficientes dosis para todos. Más, considerando que seguramente quienes llegarán primero serán los países más ricos. La urgencia por conseguirla ha logrado que un proceso que usualmente lleva una década se reduzca a meses y lo que se analiza ahora es de qué forma será distribuida para dar abasto con los pedidos a nivel mundial.
Hasta ahora, las vacunas con más chances de efectividad podrían ser aprobadas hacia fin de año, aunque la Organización Mundial de la Salud señaló que recién a mediados del 2021 podrían instrumentarse inoculaciones a gran escala.
AstraZeneca, la compañía que tiene la licencia para la vacuna de la Universidad de Oxford y en cuya fabricación participará Argentina, suministrará alrededor de dos mil millones de dosis en todo el mundo.