El inicio de la semana comenzó alterado en el Mundo Boca. Luego de una mañana repleta de rumores vinculados a una gran cantidad de jugadores afectados por Covid-19, el club dio a conocer un comunicado en el que reconoce un «brote de contagio» interno desde el domingo y en el que confirma que todos los futbolistas serán aislados en sus respectivas habitaciones. Al menos cinco futbolistas, un utilero y un médico manifestaron síntomas compatibles con la enfermedad durante el fin de semana, lo que activó el protocolo y derivó en una decisión de peso: por precaución, el técnico Miguel Ángel Russo salió de la burbuja sanitaria.

De acuerdo a la información a la que accedió LA NACIÓN, Esteban Andrada, Javier García, Franco Soldano, Leonardo Jara y Carlos Izquierdoz son algunos de los que presentaron síntomas leves. El informe que proporcionó la institución de la Ribera no detalla los nombres ni la cantidad de afectados. Aunque, según trascendió, serían alrededor de 20 contagiados, sumando empleados del hotel.

Según explican desde el club, la información completa no se otorga ya que en 72 horas, el tiempo que el plantel estará sin entrenar, volverán a realizar tests PCR para terminar de sentenciar quién está infectado y quién no. ¿Por qué? Por ejemplo, vienen de las experiencias de Walter Bou y Lisandro López, quienes inicialmente dieron resultado positivo, pero con la inmediata contraprueba se comprobó que, en realidad, eran negativos. Los test rápidos pueden arrojar resultados falsos. Los PCR, no.

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